

Reumatólogo Guayaquil
Generalidades de la Artritis
Existen más de 100 tipos diferentes de artritis, pero los más comunes son:
- Osteoartritis: Es el tipo más común, caracterizado por el desgaste del cartílago en las articulaciones.
- Artritis reumatoide: Una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca el revestimiento de las articulaciones, causando inflamación y daño.
- Artritis psoriásica: Relacionada con la psoriasis, esta forma de artritis afecta las articulaciones y la piel.
- Gota: Causada por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, lo que genera dolor intenso, generalmente en el dedo gordo del pie.
Los síntomas varían según el tipo de artritis, pero los más comunes incluyen:
- Dolor articular.
- Hinchazón y rigidez.
- Enrojecimiento de la piel alrededor de la articulación.
- Disminución de la movilidad en la articulación afectada.
El diagnóstico temprano es esencial para el tratamiento efectivo de la artritis. El reumatólogo realizará una evaluación física y puede solicitar pruebas como:
- Análisis de sangre: Para detectar marcadores inflamatorios o anticuerpos específicos.
- Rayos X y resonancias magnéticas: Para evaluar el daño articular.
- Ecografías: Para identificar inflamación en tejidos blandos.
El tratamiento de la artritis se centra en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Las opciones incluyen:
- Medicamentos antiinflamatorios: Para reducir la inflamación y el dolor.
- Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME): Utilizados en casos de artritis reumatoide para frenar el progreso de la enfermedad.
- Terapia física: Para fortalecer los músculos alrededor de la articulación y mejorar la movilidad.
- Inyecciones de esteroides: Para tratar la inflamación en articulaciones específicas.
- Cirugía: En casos graves, puede ser necesaria la reparación o reemplazo de la articulación.
El tratamiento de un niño con artritis es particular y «hecho a medida» para cada paciente. Las bases del manejo consisten en la constancia y la voluntad del niño y su familia para sobrellevar la dolencia, tomar los medicamentos indicados y realizar los ejercicios adecuados, y así obtener el mejor beneficio de la terapia.
En este momento existen muchas drogas antiinflamatorias e inmunomoduladoras que permiten controlar satisfactoriamente (si no en todos, en la gran mayoría de los casos) la inflamación y el dolor. Los nuevos compuestos terapéuticos surgidos en los últimos años permiten ser optimistas acerca de las futuras medicaciones y su impacto en el bienestar del niño reumático.
De todas formas, al aún no conocerse la cura para esta enfermedad, los objetivos del tratamiento siguen siendo: que el niño se relacione con otros niños normalmente, que pueda seguir concurriendo a clase, que su crecimiento físico e intelectual sea normal, que sus articulaciones conserven o recuperen una función normal.
La artritis puede ser debilitante, pero con un diagnóstico temprano y un plan de tratamiento adecuado, los pacientes pueden llevar una vida activa y saludable. Si presentas síntomas de artritis, es importante que consultes con un reumatólogo para recibir una evaluación completa y un tratamiento personalizado.